El malestar con esta situación y la falta de expectativas de mejora han impulsado los populismos nacionalistas, que son la reacción a un cosmopolitismo visto como elitista y apátrida por muchos de sus críticos.
El resultado ha sido una crisis sistémica: económica, social, política, moral y cultural. Se ha disuelto el pegamento del contrato social que tan bien funcionó en los “Treinta Gloriosos” años de la postguerra. Necesitamos construir uno nuevo. Porque las soluciones que ofrecen los populismos autoritarios no concilian bien con el futuro. Para ello, necesitamos una nueva “Gran Transformación” –en el sentido con que Karl Polanyi utilizó esté término en el siglo pasado- que reconcilie la Economía y las políticas públicas con el bien común y permita afrontar grandes retos de este siglo: desigualdad y pobreza de jóvenes; calentamiento global y transición energética; crecimiento sostenible e inclusivo; civilizar el capitalismo; crear una ciudadanía digital; aprovechar los dividendos de la longevidad; repensar el sistema fiscal y el Estado social para el siglo XXI; o, restablecer la prosperidad de las comunidades locales. Estos retos implican, a su vez, imperativos éticos importantes. Necesitamos reconciliar Capitalismo, Tecnología, Política y Ética.
En este curso se analizarán estos retos y se debatirán ideas económicas y propuestas de políticas públicas para una prosperidad inclusiva.